lunes, 25 de junio de 2012

LA MENTE. La última frontera


“LA MENTE. La última frontera”. Juan Pedro Nuñez Partido.
http://www.upcomillas.es/servicios/serv_publ.aspx



Aunque es un tópico decirlo, e incluso es un tópico recordar que lo es, para mí es un honor y un verdadero placer escribir estas líneas que prologan esta obra. Lo que el lector -estudiante de Psicología, investigador de ciencias Cognitivas o persona inteligente y curiosa- va a encontrar en estas páginas es algo poco común. En primer lugar, porque no es nada usual que un libro sobre el funcionamiento de la mente tenga como protagonista precisamente a la mente y su funcionamiento global e integrado. Fruto sin duda de factores sociales y políticos de las Universidades y centros de investigación, los equipos que  se afanan por estudiar y comprender la respuesta emocional, no dialogan -por ejemplo- con los equipos que estudian determinada función memorística, de forma que la integración del conocimiento y la emergencia de una comprensión sobre cómo funciona integradamente la mente se deja en manos del alumno de Psicología o del investigador en formación. Sin embargo, esta visión integrada es extremadamente difícil de lograr (bien sabemos que la totalidad es más que la suma de las partes) y precisamente ésta es la gran contribución del profesor Juan Pedro Núñez: nos propone un puzle coherente con lo que sobre las distintas funciones mentales se ha ido aclarando y comprendiendo a lo largo del siglo de existencia de la psicología como ciencia. La psicología es una ciencia joven que no tuvo infancia, ni tiempo para construir un bagaje común y en unas décadas ha desarrollado una vertiginosa actividad investigadora, y como resultado se ha descuidado la actividad de recoger la sabiduría destilada a partir de estas investigaciones necesariamente parciales. 


En estas páginas, el autor va eligiendo aquellos datos y modelos que tanto por su solidez, como por la coherencia que tienen con el resto de las actividades mentales arrojan luz sobre cómo trabaja nuestra mente. Esta selección esconde la brillantez del autor. En estas selecciones y en el diálogo que surge  a partir de los datos y modelos, el autor va tomando postura, aclarando términos, cambiando la perspectiva, y a la par, el lector es invitado a posicionarse, aclarar sus propios términos e ir ampliando y cambiando sus propias perspectivas. El recorrido empieza desde lo más elemental y termina en los aspectos más complicados y controvertidos de la investigación sobre la mente humana. Entra en el debate de temas complejos, en los que investigadores podrán encontrar novedosas tomas de postura generadoras de hipótesis específicas. Junto con ello, el libro no descuida al lego ni al estudiante de Psicología, para el que se destinan “fichas técnicas” más completas y de corte más académico.

¿Y cómo describir el modelo de funcionamiento integrado que se propone en esta obra? El modelo que se construye se fundamenta en un eje principal, la dimensión más importante de nuestra mente, y hasta hace poco la más ignorada por la psicología científica: la dimensión consciente-inconsciente. La gran osadía y la gran revolución es precisamente la elección de este centro de gravedad, la consciencia-inconsciencia, que permite tejer el tapiz integrado de los procesos mentales. La belleza del modelo se hace sublime cuando el lector se acerca a la comprensión de que en el centro de esta galaxia cuyos brazos en espiral son la consciencia y la inconsciencia, habita un agujero negro, el gran misterio por resolver en la ciencia contemporánea: no comprendemos (¿aún?) cómo surge la experiencia consciente a partir de la materia viva que conforma nuestro cerebro y el resto de nuestro cuerpo.

Quiero abordar ahora aspectos de esta obra menos explícitos y que me parecen igualmente revolucionarios. Lo que va a encontrar el lector es un diálogo profesor-alumno, donde todo se va hilando y tejiendo para que al final, cuando se toca el tema de la consciencia y el inconsciente, la inteligencia artificial o la libertad, todo cobre sentido. No es casualidad que así sea, que este diálogo, este intercambio de dos mentes (conscientes e inconscientes) sea el telar del que surge el conocimiento. No es la mente la generadora de verdades, sino la comunicación, la red, el diálogo fructífero. Se supera así la visión de una mente aislada, tan común en las ciencias cognitivas, y se apunta a la mente en intercambio, como una frontera más de nuestro conocimiento, y al intercambio mismo como motor que expande estas fronteras. No cualquier red, cualquier diálogo es provechoso, y también conviene destacar las características de la comunicación que vamos a encontrar: el maestro escucha, alienta pero al mismo tiempo propone retos y problemas al discípulo. Esta tensión en el telar de la generación del conocimiento, pone al discípulo en búsqueda de las propias respuestas. En esta búsqueda, surgen estructuras de pensamiento implícitas e inconscientes, que el maestro va cuestionando con una mezcla insólita de acogida, crítica, orgullo, seguridad y humor. Este bien-hacer del maestro desencadena los recursos del discípulo que lejos de dejarse intimidar, acepta el cuerpo a cuerpo, como sabiendo que no hay nada que perder, que la derrota es mejor que la ignorancia, que la derrota no es tal. Aunque el diálogo socrático es un procedimiento bien antiguo, no tiene alternativa y Juan Pedro lo encarna también más allá de las páginas de este libro. En ocasiones el maestro se sabe expuesto al riesgo y acaba reconociendo cambios en sus perspectivas. Mi deseo es que el lector pueda sentir esta emoción tan trascendental que impregna la búsqueda, la certeza de que el descubrimiento no pertenece a ninguno de las dos personas que dialogan, sino que emana del mismo diálogo que juntos comparten.

Este diálogo que he tenido la gran suerte de compartir con Juan Pedro, expresa metafóricamente el mismo procedimiento científico, quizá una de las invenciones más fructíferas del ser humano: la capacidad de generar un conocimiento provisional, la valentía de exponer las propias convicciones a la crítica, la convicción de que el conocimiento no pertenece a uno, sino que por ser comunitario y criticable es definitivamente conocimiento, (por ahora) válido. El diálogo maestro-discípulo es un viaje que no puede acabar mal, porque paradójicamente el viaje es la meta, y aunque siempre queden descubrimientos pendientes, la promesa de Ítaca alienta un viaje lleno de profundo encuentro y descubrimiento.

No quiero terminar sin señalar otra gran novedad de este libro. Juan Pedro Núñez es psicólogo y escribe desde la Psicología y la Psicoterapia, y se nota. Por el contrario, la mayoría de las propuestas de divulgación sobre la mente provienen de la filosofía o la neurología. La mirada que vamos a encontrar en las líneas que siguen está llena de comprensión sobre las funciones de la mente, y su relación con el bienestar de los seres humanos, y el crecimiento de las personas y las comunidades en las que habitan.  El diálogo abierto y valiente que Juan Pedro ha mantenido con alumnos, pacientes, amigos y consigo mismo ha generado el libro que tienes en tus manos. Te deseo un buen viaje.




Rafael Jódar Anchía
Laboratorio de Psicología de la Universidad Pontificia Comillas
Madrid, 24 de Noviembre de 2011

lunes, 18 de junio de 2012

Ana Garcia-Mina . Vicerrectora de U.P. Comillas

El dia 4 De Junio se celebró el acto de nombramiento de los nuevos vicerrectores de la Universidad de Comillas. La buenísima noticia es que nuestra asociada Ana Garcia-Mina es desde ese dia Vicerrectora de Servicios a la Comunidad Universitaria y Estudiantes. Su  excelantes cualidades pedagógicas, su capacidad de conectar con todos, de facilitar la comunicación y cohesión, sin duda, han sido cualidades decisivas para que haya sido elegida para este cargo. Enhorabuena Ana.
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