lunes, 25 de febrero de 2013

La psicoterapeuta embarazada.



Cuando me quedé embarazada por primera vez desconocía hasta que punto podría afectar eso a mi labor profesional. No hablo de si me molestaban las nauseas en consulta o si el cansancio supondría un obstáculo en mi labor. Tampoco hablo de “hormonas locas” ni de estar más sensible frente a los pacientes. Hablo de algo más profundo y arrollador.
Hablo de cómo mi vida privada entró en la escena terapéutica. Hablo de cómo mi barriga se iba a convertir en una pantalla en blanco sobre la que mis pacientes proyectarían sus angustias, sus miedos, sus recuerdos…
La maternidad es una experiencia poderosa que todo lo remueve, aunque, a veces, no seamos  muy conscientes de ello. Mi maternidad despertó sensaciones de abandono, celos, rivalidad, enfados…también alegrías, enhorabuenas, conductas de protección y cariño de pacientes que, hasta ese momento, no habían mostrado sentimientos de afecto. Todas estas emociones surgían de forma intensa y, en ocasiones, desgarradora.
Hubo un antes y un después. El transcurso de las sesiones se alteró, surgieron contenidos nuevos, emociones enterradas, comentarios difíciles de manejar…y todo ello sin una preparación previa por mi parte, puesto que en mi formación no existía apenas nada que pudiera ayudarme.
Menos mal que existe la supervisión de casos. Mi supervisora me ayudó a entender todos esos fenómenos que estaban teniendo lugar delante de mí y que yo no podía entender, me dio consejos muy útiles y me sirvió de apoyo en situaciones difíciles.
Ahora, de nuevo embarazada cuento con el beneficio de la experiencia, de mi trabajo personal realizado desde entonces y con la poderosa transformación que supone ser mamá. Es curioso, porque ahora no he seguido los consejos que me dio entonces mi supervisora, sino que he tomado otras decisiones, he ido por otras vías y los resultados han sido diferentes. Ha sido intenso pero de otro modo, difícil pero con más confianza, con dudas pero con muchas más respuestas…de mi primer embarazo no solo nació mi hijo, nació una mamá y una psicoterapeuta más madura y tranquila.

Nuria Vargas Hernández
Psicoterapeuta individual y de grupo.
http://emocionesypsicoterapia.blogspot.com.es/

2 comentarios:

  1. Gracias Nuria .Enhorabuena por tu maternidad y por tu generosidad al compartir una experiencia tan íntima y tan frecuente pero tan poco expresada. Marga

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  2. Gracias a ti Marga por tus palabras.
    Un abrazo muy grande

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